sábado, 18 de agosto de 2012

Ellos.


Pueden ser unos idiotas a veces. Pueden ser unos pesados que no se cansan nunca. Pueden hacerte reír o llorar. Pero siempre, siempre están ahí. Amigos. Confías en ellos; ellos confían en ti. Os queréis, aunque no siempre se demuestre. Discutís, pero os perdonáis. Estén cerca o lejos, sientes que están a tu lado. Y lo mejor de todo es que por muy lejos que se vayan, por mucho que se alejen de ti, siguen estando ahí. Dejas de hablar con ellos todos los días, pero cuando habláis podéis tiraros horas y horas al teléfono. Os contáis todo. Y os seguís apoyando unos en otros. Esos amigos, son los de verdad. Los que no importa la distancia que os separe, porque en realidad estáis cerca. Esos que no te abandonan, que cuando de verdad lo necesitas, se podrían recorren medio mundo para estar a tu lado y ayudarte. Los que te levantan cuando te tropiezas y caes. Ellos. Ellos son lo que realmente merecen la pena en la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario